Monteria en Santa Ana: Precisión absoluta... 22/11/2014

Segunda montería de la temporada del coto, oliendo ya el invierno en San Lorenzo... Olor a encina quemada y a brasero nos daba hoy la bienvenida en un extraordinario día en lo meteorológico, incluso algo de calor en las horas centrales del día.

Solana del Guindo




 

 

De camino al Pepite

Mucho trabajo y desde hacía muchas semanas atrás por parte de nuestro colaborador habitual, nos daban garantías de que la jornada tuviera un resultado  satisfactorio al finalizar la montería, como a la postre ocurrió, aunque el transcurso del día fue extraño porque al contrario que la temporada pasada , donde se pegaron más de 120 tiros , en esta otra con apenas 60 detonaciones se abatieron 21 cochinos y 2 venados .

 

 

De camino al Vallecillo

 

La montería tuvo un comienzo fulgurante y entretenido. Las 7 rehalas que hoy cazaban con nosotros, abrieron todas a una mano cogiendo el Cerro del Guindo de frente, enfrentándose los perros y perreros al jaralazo atravesado que esta solana tiene, colocado a mala leche y a la contra, donde siempre están los marranos y el cervuno encamados. Los primeros lances no se hicieron esperar en la armada del Guindo y del Vallecillo, ya que las reses, huyendo de las ladras, se encaminaban a las escopetas colocadas en la traviesa de los Castaños.

 

 

 

 

 

Juan Gregorio y su 12 puntas



Familia Arévalo en el 6 del Vallecillo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Los guarros colaban como reactores en los pequeños cortaderos del Guindo, donde puestos como el de Alejandro ó Víctor Santos, sólo podían ver los cochinos cruzar a toda pastilla, sin posibilidad ni siquiera de encare... Más visibles en la solana, puestos como el 4, el 5 y el 6 del Vallecillo, pudieron hacerse con 2 guarros y un bonito venado que abatió Juan Gregorio, que sigue en su línea. Fallos aquí del que suscribe de 3 guarros más ó 2 que fallaron los hermanos Serrano...

Repechando el cerro del Enebro, recién cruzados los Castaños

 

La guapa secretaria del tesorero

Esta primera parte de la montería, fue cazada con sapiencia y reposo por todas las rehalas, permitiendo ver cazar a los perros de frente... La solana crujía continuamente, no teniendo descanso en los puestos de pecho en frente... Mientras tanto, los guarros que intentaban ponerse a salvo en Casa Vieja, tuvieron una mala idea ya que los puestos de Los Castaños, que como siempre en esta mancha, son muy  querenciosos, les estaban esperando con las balas afiladas, cobrando en esta armada 5 cochinos más y un venado, entre ellos puestos afortunados los de Basi, Javier Zamora, Javier Rodríguez, Guerritas ó el postor, Pedro, que abatió una buena marrana en el la última puerta.

Ramón, postor de los Castaños

 

 

Las manos de perros ya se abrieron en los bajeros del Guindo, dirigiéndose 3 rehalas buscando la Majadilla, 2 más hacia el Pepite y otras dos hacia Charrancha. Según se iban acercando a las escopetas, los guarros iban saliendo chorreados, permitiendo tiros muy certeros de los puestos. Esta reacción de los jetudos, conteniéndose mucho y el fallo del cervuno, que en esta ocasión nos dió la espalda con el juego que siempre dan, hizo que la montería fuera algo "aburrida" en algunas fases, aunque los perreros eran conscientes de que los "plomazos" eran guarreros y que las capturas iban incrementándose poco a poco según se acercaba el final del ojeo.

Los "ratones" buscando el Pepite

 

En esta segunda parte, las armadas del Pepite, como siempre y del Posteruelo, con su postor Bernardino a la cabeza, sumaron en casi todos los puestos, con numerosos lances y algunos abates como los de Miguel Angel, que volvió a hacer triplete, Juanitín, que a la antigua usanza, sacó su marrana a cuestas a lo alto de la Loma ó Lucía, con la que la montería tenía una deuda pendiente y que fue cobrada con creces en el día de hoy. Un certero balazo sesgó la vida de un gran solitario, posible hermano, primo o pariente de otro gran macareno, de espaldas plateadas, que el año anterior hizo que perdiera el sueño durante varias noches, recordando el lance fallido en el mismo puesto. La sierra es justa y premia la afición, el tesón y la paciencia...

M. Angel con su triplete



Juan Pradas y su pieza

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro que tendrá para recordar, será José Martín, que en el 13 del Posteruelo se hizo también con un buen verraco y otro cochinete de media talla, que hizo hacer sudar más de la cuenta al secretario que llevaba, en el remate a cuchillo que hizo...

Muy buen trofeo

 

En ausencia de cervuno en la mancha, que pudo cambiarse de zona augurando cambio de tiempo, las armadas de La Peña Blanca, huida natural de los venados buscando los Morrones y El Barranco, con tiraderos muy largos, no pudieron disfrutar hoy como el resto.

 

Los perros llegaban ya muy cansados al final del ojeo, rematando en Charrancha y la Majadilla. Aún con el calor que a estas alturas estaba haciendo, los perreros y sus compañeros, sacaron fuerzas de flaqueza para volver a repechar sobre sus pasos, recogiendo en los camiones sobre las 16.15 hrs. Un largo ojeo que no hace más que constatar la gran afición y el esfuerzo que demuestran día tras día en nuestros jarales y breñales...

El Ratón reponiendo energía...



 

Ya en la junta en la Casa rural, los monteros quedaron gratamente sorprendidos cuando pudieron comprobar el plantel final de la jornada, comprobando que la puntería se va afinando según transcurre la temporada...

 

El resultado acompañó, los guarros no fallaron y el trabajo dió sus frutos, aunque el listón está muy alto y la exigencia es máxima, pero la caza no es ciencia exacta y todo tiene que ser perfecto para que al final, el objetivo se pueda cumplir: la organización, la salida de armadas, la suelta, la colocación de los puestos, la forma de hacer el ojeo, la suerte... Todo engranado puede ser perfecto, pero la caza aquí es salvaje y caprichosa y puede hacer que todo esto salte por los aires en cualquier momento y por cualquier detalle ajeno. Hay que corregir los errores que se puedan estar cometiendo para que cuando la caza nos acompañe, podamos disfrutar todos en plenitud, monteros, perros y perreros. Esperemos mejorar en la próxima. En eso estamos...

¡¡Nos vemos en el monte!!